lunes, 19 de octubre de 2015

¿CHULETÓN?. LA POSADA DE LA FRUTA.

Fabuloso restaurante, con una ubicación magnífica. Claro que en Ávila casi todo está bien ubicado. No voy a mentir, no era mi primera opción, pero al estar el sitio que teníamos en mente repleto, tuvimos la fortuna de preguntarle al dueño de una tienda y voilà, recomendación y acierto absoluto. Concretamente está en la Plaza Pedro Dávila, 8.

La Posada de la Fruta

La Posada de la Fruta es un establecimiento de restauración clásica castellana. Está dividida en varias estancias: una cafetería, un patio bastante bonito pero que estaba lleno de comensales y hacía algo de calor, y por último un salón restaurante. Curiosamente estaba vacío, únicamente estaba comiendo una familia. La decoración del salón, aunque me gustaba, reconozco que era demasiada moderna en relación al resto del local. 




Como os podéis imaginar, estando en Ávila fuimos flechados por el chuletón, así que escogimos un menú DegustÁvila compuesto por:

- Un aperitivo de corteza de cerdo con ensaladilla. Curiosa y rica combinación.




- Unos entrantes por persona consistentes en cuenco de sopa castellana, que no estaba nada mal. Un cuenco de fabada y otro de patatas revolconas, una auténtica delicia y uno de los platos más representativos de la capital abulense. 




- Un chuletón de 750 gr que no sabría como describiros. La calidad de la carne, su corte, su sabor es excepcional. Lo dicho no sé como transmitiros lo sabroso que estaba. Mejor le echáis un vistazo a la fotografía que he subido y os lo imagináis. Evidentemente el plato era para compartir.




- De postre, un flan y un arroz con leche. 

Me voy a detener en el servicio. Fue un amor a primera vista entre Paloma, dueña del establecimiento y nosotros. Nos explico todos los detalles de los platos, de la ciudad, de todo lo que le pedimos. Sólo faltó que se sentase con nosotros a comer. Como anécdota nos contó que Orson Welles vivió en la casa que alberga el restaurante. De hecho, el Ayuntamiento iba a colocar una placa conmemorativa. El precio del menú era irrisorio para la calidad y cantidad de lo que nos sirvieron. 

Sé que por desgracia pasará un buen tiempo antes de volver, pero tengo clarísimo que si paso de nuevo por Ávila, no probaré otro sitio. Repetiré en La Posada de la Fruta con total seguridad y os animo a vosotros también lo hagáis. 

Buon Apettito.

domingo, 11 de octubre de 2015

"ATUNEANDO" EN EL CAMPERO

Sin duda uno de los mejores restaurantes donde he comido últimamente. Todo aquel que sea un enamorado del atún, tiene que venir obligatoriamente. El campero está ubicado en la Avd de la Constitución, Local 5 C, en la localidad de Barbate (Cádiz).

Restaurante el Campero

El local se divide en tres zonas bien diferenciadas: la de tapas, la terraza y el restaurante. Todas con su carta propia, aunque muchos platos coincidan. Una recomendación, reservar mesa con mucha antelación, en mi caso me dieron la reserva para tres meses vista. Eso sí, para un fin de semana, supongo que conseguir mesa entre semana será mucho más asequible.

El restaurante evoca al salón de un trasatlántico, parece que en cualquier momento el capitán Julio Vázquez va a sentarse contigo. Es como no podía ser de otra manera un guiño al mar. El salón es bastante grande, a destacar que estaba lleno, todas las mesas estaban reservadas.



Comida: Y ahora al lío. Pedimos un par de entrantes y dos principales y un postre para compartir. Menos en el postre, en todos los platos "atuneamos". Os cuento, para entrar en ambiente pedimos:

- Tataki de atún, pero de atún, atún. Era media ración, pero muy bien servida. Sobre el tataki resaltaba el sésamo con wasabi.



- Dos porciones de lasaña fría en escabeche dulce. Particularmente me encantó, es cierto que es muy básica, pero la calidad del atún le daba un plus.



Para continuar en faena, nos tomamos:

- Parpatana a la plancha  con salsa de verduras. La parpatana es la pieza que está bajo el cuello del cuello y la boca del atún. La había probado en otros sitios y no me había llegado a convencer, pero aquí está en otra dimensión.



- Contramormo asado, no sabría cómo describirlo. Jamás había probado esta parte del atún y me enamoró por completo. Excepcional, hay que comerlo para entenderlo. Ha sido el plato de atún más rico que he comido en mi vida.



Para finalizar, nos trajeron:

- Bizcocho de chocolate, que estaba bastante rico. Pero eché en falta un postre con atún también, ya puestos.



Servicio: También es un punto fuerte, se adaptan a la variedad de público que se sienta en sus mesas. Eso no lo sabe hacer cualquier y es muy meritorio. El precio es cierto que es elevado, pero teniendo en cuenta la calidad de lo que estás comiendo, se compensa.

El Campero es un sitio al que hay que ir por lo menos una vez a probar. Eso sí, entre que está en Barbate y que el precio es el que es, no es para ir una vez al mes. Pero sí para darse un capricho de vez en cuando.

Buon Appetito.