Comida: Pedimos una sopa de legumes para cada
uno, un bacalhau espiritual, que estaba tremendo, consiste la masa de los
pastelillos de bacalao, una auténtica delicia y una de cachaço (zona del cuello
del cerdo) al horno, el sabor es muy parecido al del churrasco gallego. Ambos
platos venían con su correspondiente ensalada y patatas fritas de guarnición.
Bebidas: Lo normal, una botella de agua
grande, una cerveza y un té con mango, no detecté ningún vino especial.
Servicio: Es muy familiar, aún pareciendo
tranquilos, nos sirvieron muy rápido.
Recomendación: Al ser el local tan chico y
estar lleno de portugueses que comen antes que nosotros, quizás en esta ocasión
lo mejor sea llegar un poco más tarde a comer, sobre las tres, tres y media
hora española.
Precio: Razonable, las tres bebidas, la sopa,
los dos platos y dos cariocas de limón por 20 euros.
Un saludo.
No soy muy sibarita en cuestión de los llamados "buenos restaurantes" pero sí soy de los que le gusta la comida casera en mesa de ule y cubierto con mago de plástico. por eso cuando voy a Portugal aprovecho y, al azar, me meto en los bares de pueblo para sorprenderme y nunca salgo defraudado. Gracias Gus por traerme tan buenos recuerdos.
ResponderEliminarMe agrada despertar recuerdos tan agradables. Esos restaurantes que comentas son sin lugar a dudas los mejores.
EliminarUn saludo.
Pues entre las ganas que tengo de visitar Évora y el restaurante que recomiendas, no puedo tardar mucho. Gracias
ResponderEliminarNo puedes dejar de visitar Évora, es una ciudad casi mágica, tiene un encanto muy particular.
EliminarUn saludo.